La publicidad no repercute en las ventas de un producto o servicio directamente, decir lo contrario sería pecar de egocentrismo publicitario y dejar en el ostracismo al resto de herramientas del marketing, como el producto, la distribución, el precio, el entorno económico y competitivo, y un largo etcétera. Sin embargo, la publicidad es la parte visible, el iceberg de cualquier proyecto que quiera promocionarse en el mercado y alcanzar la meta final del marketing: que suene la "caja registradora". Hete aquí que podemos dar por muy buenos los resultados conseguidos en la campaña desarrollada por Smily & Tiovivo para el III Salón del Motor de Ocasión, una campaña que ha contado con presencia en publicidad exterior, autobuses, prensa, radio, televisión local y publicidad en estadios y de la que se desprenden los siguientes resultados según sus propios organizadores: 44.802 visitantes, 1.550 operaciones de ventas, 33 vehículos vendidos a la hora.